Pimientos en semáforo

PELIGRO: Las frutas y las verduras pueden contener bacterias, virus, hongos o parásitos debido al contacto con la tierra de cultivo, con aguas fecales, las manos de las personas que las manipulan o el contacto con otros alimentos contaminados. Los microorganismos que las alteran o estropean también son un foco de contaminación para estos alimentos.

PRECAUCIÓN: antes de consumir frutas y verduras, aunque las vayas a cocinar, debes lavarlas y desinfectarlas para hacerlas más seguras.

SEGURIDAD: lava todas las frutas y verduras debajo del grifo; a continuación prepara un bol con agua y añade lejía de uso alimentario (en la etiqueta del envase debe aparecer “Apta para desinfección de aguas de bebida”), según la dosis recomendada por cada fabricante en su etiqueta. En algunos envases, se utiliza la propia tapa como dosificador. 

Ejemplo: si utilizamos una lejía de uso alimentario cuya concentración de hipoclorito sódico sea de  40 g/l , se añadiría 1,8 ml de lejía (equivalentes a una cucharilla de café) en un litro de agua.

Sumerge las frutas o verduras que quieras desinfectar en este bol y deja que actúe la lejía durante 15-20 minutos (lee las recomendaciones del fabricante en la etiqueta). Pasado ese tiempo, acláralas bajo el grifo y consúmelas. 

Puedes verlo en la práctica en el siguiente vídeo: