Toma de datos
El número de encuestas recogidas hasta el momento es de 1147, de las cuales, 372 se han cubierto online y 775 en papel. El mayor índice de respuesta se ha registrado entre las encuestas en papel distribuídas en los centros escolares de Galicia, de las provincias de Pontevedra y Lugo.
Perfil de los encuestados
El perfil mayoritario de las personas que han cubierto la encuesta es el de una mujer europea, de entre 31 y 50 años, que cocina habitualmente. Entre las 372 que la han cubierto online, un 88 % son de Galicia, el 5 % de la Comunidad de Madrid, un 3 % de Castilla y León, y un 1 % de Andalucía, Extremadura, Principado de Asturias, Región de Murcia, Castilla la Mancha y Cataluña.
Análisis de resultados
– En cuanto a los datos obtenidos sobre el hábito de leer las etiquetas de los alimentos envasados, se observa que el 94,86 % de las personas comprueban la fecha de caducidad, si bien sólo un 54,05 % se fija en la forma de conservación.
– En lo referente a la importancia de no romper la cadena de frío en los alimentos refrigerados, aunque el 91.19 % de los encuestados refrigeran los alimentos antes de que transcurran 2 h desde la compra, se observa que un 9,5 % (109 personas de las 1147 que han respondido), no lo hacen hasta después de las 2 h, e incluso, 4 h más tarde.
– De las respuestas obtenidas en cuanto a la forma de conservación del salmón ahumado y las anchoas (ambas semiconservas) y los huevos, se deduce que un 19,88 % de las personas encuestadas no refrigeran el salmón ahumado, destacando un 41,06 % que no refrigera las anchoas. Un 23,54 % no guarda los huevos en la nevera.
– Los resultados obtenidos sobre el orden de colocación de los alimentos en la nevera, muestran que un 21,80 % coloca los alimentos crudos en las estanterías superiores y un 36,27 % no tiene un orden concreto de colocación, con lo que existe en ambos casos el riesgo de que se produzca una contaminación cruzada entre alimentos crudos y preparados.
– En relación a la contaminación cruzada que puede ocurrir por utilizar la misma tabla o no lavarla para cortar alimentos que se van a consumir sin cocinar, después de haber cortado en ella alimentos crudos, se puede decir que es un error que comete el 38,80 % de los encuestados. Sin embargo, un 82,48 % de los encuestados sí tiene claro que es necesario lavar o cambiar de cuchillo después de cortar alimentos crudos antes de volver a utilizarlo.
– La falta de higiene, es un factor de riesgo para la seguridad alimentaria que se pone en evidencia con los resultados obtenidos: un 17,87 % de los encuestados no se lavan las manos antes de empezar a cocinar; un 27,55 % no lo hacen después de ir al baño; un 38,88 % no se lava las manos después de estornudar o toser y un 73,93 % no lo hacen después de tocar su móvil.
– El 68,9 % de los encuestados responden que cocinan totalmente los alimentos, si bien sólo un 2,98 % afirma utilizar un termómetro de cocina para comprobarlo.
– Más de la mitad de los encuestados (52,22 %), piensa erróneamente que sería seguro comer alguno de los alimentos que se presentan.
– El 91,37 % de los participantes en la encuesta, admiten lavar las frutas, verduras y hortalizas antes de consumirlas. Aunque en un porcentaje bajo, hay personas que o bien no las lavan siempre, o sólo lo hacen en aquellos casos en los que las van a consumir crudas.
– Prácticamente la mayoría de los encuestados indica que guarda la comida que le sobra en la nevera antes de que transcurran 4 h desde el cocinado (48,13 % antes de 2 h), si bien existe un 9,33 % que no le da importancia a la refrigeración de los alimentos cocinados.
